viernes, 8 de junio de 2012

La nubes también lloran.

La gota, cayó del cielo y se posó en la mejilla como una mota de polvo en un mueble antiguo.El gris reflejado en mis pupilas, se espesa a una velocidad vertiginosa, parece que vaya a explotar e inundar todo con su fragilidad,pues es frágil.Esa mota de polvo recorre la palidez,como un gusano huyendo de algo, ese algo es la tormenta.Ellas se agrandan,se enfurecen,gritan y lloran,como si se fuera a acaba el mundo.Pero tarde o temprano viene su amado, lleno de luz y toda esa luz provoca que en ella florezca todos los colores inimaginables, la consuela y le dice que no llore más, que el esta ahí para iluminar lo que no ve,su belleza escondida.

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