Fue como tocar el agua de un manantial claro y brillante, su reflejo era tan cegador que no pude evitar imaginar como sería tocar sus aguas, flotar entre su calma..dejarse llevar, empecé a conversar le, me escuchaba, me hacía bailar, creó un jardín para mis ojos, creó un mundo para mi mundo, para mi ¿Seguro que no te importaría dejarme vivir? no..-Dijo con voz apagada ¿ Seguro que no te importaría vivir? Claro que no-Retomó como un suspiro, crecí porque me sentí libre, un día quise comprar una flor, pero no me dejó sólo dijo que no tenía precio, que era independiente con lo cuál no podría pertenecer a ningún ser y la flor secó en su soledad a la vez que el jardín secó y lloré al ver la libertad liberar su poder ancestral.
-Flor de Flor, libre de libertades.-
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